Tanto la demócrata Kamala Harris como el republicano Donald Trump dejaron en un segundo o tercer plano sus propuestas ambientales para hacer frente al calentamiento global, que está provocando fuertes estragos en Estados Unidos con extremas sequías en algunas partes e inundaciones extremas en otras. Trump nunca mostró en su campaña interés por combatir el calentamiento global, un tema de poco interés para sus votantes, pero a ellos no son a los que debe convencer si no a los indecisos. Harris, aunque ha hecho esfuerzos, no ubica la crisis climática entre sus propuestas primordiales. Para sus sufragantes el cambio climático es prioritario, pero el objetivo son los estados bisagra. El año pasado y el presente han registrado altas temperaturas en el mundo y eso no ha pasado desapercibido en Estados Unidos, con abrasadores incendios en California, huracanes y sus consiguientes inundaciones en Florida o tormentas invernales en otros estados que han causado estragos por miles de millones de dólares. Crisis medioambiental ha pasado desapercibida Pero entre promesas de mejorar la economía y fórmulas para controlar los flujos migratorios, la crisis medioambiental ha pasado desapercibida. The New York Times y The Washington Post han reportado como ambos candidatos han dejado que el debate climático sea opacado por otros temas como la economía, la migración o el uso de armas. Aunque los fenómenos climáticos en EU están causando pérdidas humanas y económicas. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), desde 1980 hasta septiembre pasado hubo 396 desastres meteorológicos/climáticos que generaron pérdidas –cada uno– por más de mil millones de dólares. Fueron 31 sequías, 44 inundaciones, nueve heladas, 202 tormentas severas, 63 ciclones tropicales, 23 incendios forestales y 24 tormentas invernales que también causaron la muerte de 16 mil 500 personas en los años mencionados. Las cifras son alarmantes. Pero lo son aún más cuando se evidencia un aumento de estos fenómenos: según los datos de NOAA, el promedio de 1980-2023 fue de 8.5 eventos climáticos por año, mientras que los últimos 5 años tuvieron 20.4 de estos fenómenos, de media. Trump no ha expresado si tiene intenciones de mitigar la crisis climática El expresidente no ha hecho esfuerzos para expresar que tiene intenciones de mitigar la crisis climática. De hecho, el magnate, durante su primer mandato, retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París, el primer pacto universal y jurídicamente vinculante que unió a casi todos los países para frenar la emisión de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global. Por el contrario, promete aumentar la producción de combustibles fósiles teniendo la economía como primer objetivo. Incluso ofreció a las grandes petroleras revocar las leyes climáticas implementadas en la administración de Joe Biden si le otorgaban mil millones de dólares para su campaña. Según un sondeo del Pew Research Center, solo 12% de los votantes conservadores ven el cambio climático como un tema urgente, mientras que el fortalecimiento económico tuvo 84% de votos en esa categoría. De hecho, la encuesta incluyó 20 temas y el cambio climático quedó en último lugar. El gobierno Biden-Harris impulsó una agenda climática, con la firma, por ejemplo, de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), promocionada como “el mayor paso en materia climática de la historia”. IRA tiene como meta reducir emisiones de gases contaminantes en 42% sobre niveles de 2005 para 2030 y destinó unos 370 mmdd para desarrollar energías limpias y descarbonizar la economía. Harris ha prometido continuar con el liderazgo de Biden en materia climática La vicepresidenta ha prometido continuar con el liderazgo de Biden en materia climática, que volvió a llevar a EU al Acuerdo de París; estableció créditos fiscales para energías limpias; regulaciones para reducir emisiones de las centrales eléctricas y el uso de carbón e impulsó los vehículos eléctricos. Si bien Harris tiene una agenda climática definida, con una que otra polémica como la defensa del fracking(fracturación hidráulica por petróleo), el espacio que ha dedicado a su promoción dista del despliegue que le brindó durante su candidatura a la Presidencia en 2019 y a la vicepresidencia en 2020. Estados Unidos es el segundo productor de gases de efecto invernadero del mundo (5 mil 100 millones de toneladas anuales, solo por debajo de China, con 12 mil 600 millones). Número de votantes En las elecciones presidenciales estadounidenses del 5 noviembre, pueden votar unos 244 millones de personas. Tendencia 72% del país era blanco en 1996. 59%cayó esa tendencia para 2023. Datos clave Sugieren que los mayores aumentos en la participación en las elecciones de 2024, en comparación con 2020, se producirán en los estados en disputa o bisagra. (En esta ocasión: Arizona, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania, Ohio, Florida y Georgia). Demócratas 77% de los demócratas eran blancos en 1996 en Estados Unidos, pero han caído 20 puntos. 40% o más de los votantes se identifican como hispanos, negros, asiáticos o de otra raza, frente a 23% en 1996. 11% están preocupados porque los extranjeros destruyan a EU. 45% de los votantes tienen al menos una licenciatura, lo que representa un aumento respecto a 22%, de 1996. Mitad de votantes se identifican como no cristianos o sin afiliación religiosa. 38% de sufragantes no tiene ningún tipo de afiliación religiosa en 2024. Antes los cristianos constituían la abrumadora mayoría de los votantes demócratas. 68% considera que la violencia armada es un problema muy grave y el costo de la sanidad. 85% de los votantes apoyan el acceso legal al aborto. La mayoría tiene una opinión desfavorable del Tribunal Supremo. Se describen de mente abierta (75%) más que los republicanos. 61% se considera respetuoso con la autoridad. Se consideran más interesados en visitar otros países. Son más partidarios de los derechos de las personas LGBT. Sienten algo más de empatía hacia los republicanos que a la inversa. Republicanos Los votantes republicanos son predominante blancos. En 1996, 93% de los republicanos eran blancos, pero ha caído 14 puntos. En 2024, 79% de los votantes serán blancos no hispanos. 55% de los republicanos consideran que: muchas razas, grupos étnicos y nacionalidades diferentes son una “amenaza” para la cultura de EU. El aumento es más ligero del nivel educativo entre los republicanos, donde solo 35% tiene un título de cuatro años. Alrededor de dos tercios de los votantes no tienen un título universitario de 4 años. Representan un porcentaje más alto que el de la población electoral general. El mayor bloque dentro del partido está formado por adultos blancos sin título universitario, que representan 51% de los votantes. 71% de los republicanos se considera respetuoso de la autoridad. 81% se identifica con la religión cristiana. 30% de los votantes se identifica como protestantes evangélicos blancos. Solo 15% de los votantes carece de afiliación religiosa. 78% de los republicanos considera la migración ilegal un problema muy grave. 51% de todos los adultos estadounidenses que comparten esta opinión. 80% de los republicanos considera la inflación un problema importante. 57% cree que el aborto debería ser ilegal en todos o en la mayoría de los casos. Muchos republicanos creen que los demócratas están engañados por los medios de comunicación o motivados por intereses propios. Valor de los hispanos Latinos desempeñarán un papel decisivo en las elecciones presidenciales. Representa un aumento de 6.5% respecto a la participación en 2020. Y un aumento de 38.3% con respecto a las elecciones de 2016. Aumentos proyectados en California, Florida, Nueva York y Nevada. MYPR
Por campaña electoral en EU desatienden crisis ambiental
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