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En el vasto mar de las películas de terror, donde los sobresaltos y el suspenso juegan con las emociones de los espectadores, el cine mexicano ha sabido labrarse un espacio propio. Uno de los ejemplos más recientes de este cine de horror es “Archivo 253” (2015), dirigida por Abe Rosenberg, que, aunque no es la más popular de su género, ciertamente tiene momentos que te harán querer dormir con las luces encendidas. Según las mentes de los cinéfilos más expertos, este filme se enmarca en la corriente de terror de metraje encontrado, una fórmula que ha demostrado ser exitosa en otras producciones como “El Proyecto de la Bruja de Blair” (1999) y “Actividad Paranormal” (2007). Sin embargo, Archivo 253 aporta un toque distintivamente mexicano que lo diferencia y lo vuelve único. La película comienza con una premisa sencilla pero efectivamente inquietante: un grupo de jóvenes entra al hospital psiquiátrico abandonado, con la misión de documentar los fenómenos paranormales que se rumora ocurren dentro de sus muros. Este hospital, conocido en la película como el “Manicomio General”, está basado en una locación real: el hospital San Rafael, un psiquiátrico en la Ciudad de México que cerró sus puertas hace algunos años. La sola mención de este lugar ya evoca escalofríos entre aquellos familiarizados con la historia de los hospitales mentales en México, y los mitos y leyendas que los rodean. Metraje encontrado: una técnica que potencia la tensión De esta forma, “Archivo 253” se presenta en el formato de “metraje encontrado”, lo que significa que la historia está contada a través de las grabaciones de las cámaras que llevan consigo los protagonistas. Desde el primer momento, el espectador sabe que algo terrible ocurrió, ya que las imágenes que estamos a punto de ver son, supuestamente, las últimas filmaciones antes de la desaparición del equipo. Esta técnica de narración ha sido utilizada con frecuencia en el género de terror por una razón muy clara: introduce al espectador en la acción de una manera inmersiva, haciendo que se sienta parte de los sucesos.Fotografía: Captura de pantalla/Prime Video. El equipo de investigadores está conformado por cuatro personajes principales: Diego, Isabel, Mateo y Carlos. Cada uno de ellos tiene una función específica dentro del grupo, desde encargarse de la cámara hasta manejar los equipos de detección paranormal y así los vemos adentrarse en las instalaciones del manicomio, que ya de por sí es un personaje más dentro de la película. Las paredes descascaradas, los largos pasillos oscuros, y las celdas abandonadas conforman un escenario propicio para que el espectador se sienta incómodo desde el principio. Una de las características más notables de “Archivo 253” es su uso del ambiente y los sonidos para generar terror ya que en lugar de depender únicamente de los sustos repentinos (aunque los hay), la película se toma su tiempo para construir una atmósfera pesada y claustrofóbica. A medida que los personajes avanzan por el hospital, el silencio es roto solo por los ecos de sus pasos, los ruidos distantes que no pueden explicar, y los murmullos ininteligibles que parecen provenir de las paredes mismas. Esta elección de mantener un ritmo pausado en las primeras escenas es inteligente, ya que genera una sensación de espera constante, como si algo estuviera al acecho en cada esquina, sin que realmente se muestre. En lugar de eso, está en el trasfondo, impregnando de tristeza y desesperación cada rincón del manicomio.Fotografía: Captura de pantalla/Prime Video. Y cuando lo paranormal comienza a manifestarse, es tanto lo que no se ve como lo que se ve lo que provoca escalofríos. Las sombras que se mueven justo fuera del campo de visión, los objetos que cambian de lugar por sí solos, y las puertas que se cierran con fuerza sin razón aparente son algunos de los elementos que llenan de miedo tanto a los personajes como al espectador. Sin embargo, la película no se detiene ahí ya que a medida que los fenómenos se intensifican, los miembros del equipo comienzan a experimentar visiones perturbadoras y encuentros con presencias que desafían toda lógica. La película más aterradora que sucede en la Ciudad de México A lo largo de la película, se va revelando poco a poco la historia del manicomio ya que este lugar no solo fue un hospital psiquiátrico, sino que también albergaba secretos oscuros relacionados con el maltrato y las torturas que sufrían las y los pacientes. Esto añade una capa de horror psicológico al relato, pues los fantasmas que acechan no son simples entidades malignas, sino las almas torturadas de aquellos que fueron olvidados y abandonados en ese lugar, por lo que la crítica social sobre la deshumanización y el abuso en las instituciones mentales está presente, aunque no se aborda de manera explícita.  Otro de los aspectos más interesantes de “Archivo 253” es cómo los personajes lidian con los eventos sobrenaturales que los rodean. Al principio, todos ellos son escépticos en mayor o menor medida, aunque tienen curiosidad por documentar algo fuera de lo común, pero a medida que los sucesos paranormales se vuelven imposibles de ignorar, sus reacciones varían, lo que genera conflictos dentro del grupo. Si eres fan del horror psicológico y disfrutas de las películas que exploran lugares malditos y llenos de misterios, “Archivo 253” te dejará con esa agradable incomodidad que solo las buenas historias de fantasmas pueden ofrecer. Y si, como yo, te apasiona el cine de terror y las emociones fuertes, esta película es una de esas pequeñas joyas que merece ser descubierta. Sigue leyendo: La película en Prime Video que convirtió a Anya Taylor-Joy en una asesina despiadada con un pasado tormentoso Aokigahara, el bosque de los suicidios de Japón en donde un famoso youtuber encontró un cadáver mientras exploraba

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