Joseba Egibar interviene en el Parlamento cuando era el portavoz del PNV en la Cámara vasca.L. RICOEl proceso abierto por el PNV para reelegir sus ejecutivas territoriales culminará el próximo mes de marzo con la renovación completa de las direcciones del partido en Gipuzkoa, Bizkaia y Álava. Ya es oficial que no seguirán los líderes en estas provincias tras las renuncias anunciadas por Itxaso Atutxa en la vizcaína, José Antonio Suso en la alavesa y Joseba Egibar en la guipuzcoana. La gran incógnita de este cambio orgánico que se dará en el partido es la decisión que adoptará el presidente de la formación, Andoni Ortuzar, sobre su continuidad al frente de la formación nacionalista. El PNV apostará por caras nuevas tras conocerse este viernes que Egibar, uno de sus dirigentes más veteranos, dejará el cargo que mantenía desde 1987 y tampoco seguirá en el núcleo duro del partido como miembro del Euskadi Buru Batzar (EBB).El PNV ya apostó por la renovación generacional cuando a finales del año pasado decidió dar por terminada la etapa de Iñigo Urkullu como lehendakari y sustituirle por Imanol Pradales como candidato en las pasadas elecciones vascas. El relevo llegará ahora a las organizaciones regionales del partido. La línea oficial maneja los nombres de Iñaki Andola, exdirector del Ente Vasco de la Energía (EVE), para dirigir Bizkaia; el de la diputada foral Jone Berriozabal para hacerse cargo de Álava, y María Eugenia Arrizabalaga, brazo derecho de Egibar, para seguir sus pasos en Gipuzkoa. Peio Etxeleku también dejará su puesto en la ejecutiva del País Vasco francés. La única continuidad que estaría garantizada es la de Unai Hualde, presidente del Parlamento navarro, en esta comunidad foral.La salida más llamativa es la de Egibar en Gipuzkoa, cuya renuncia se produce justo cuando los batzokis (sedes del partido) han iniciado las votaciones para elaborar las listas provinciales que serán ratificadas a finales de noviembre. La marcha de Egibar es el ejemplo más claro de la apuesta por la savia nueva del partido. Aunque su salida como presidente del PNV guipuzcoano no supondrá un volantazo en la línea marcada por él en los últimos años, puesto que su posible sustituta (Arrizabalaga) comulga plenamente con sus planteamientos ideológicos, sí representa el fin de un ciclo que el dirigente nacionalista ha conseguido sostener desde que en 1987 (tras la traumática escisión del PNV) asumió la dirección de la organización territorial que se ha distinguido por la defender las tesis más soberanistas dentro del partido.Egibar (en noviembre cumplirá 65 años) pone fin a 33 años de un liderazgo interno que solo se interrumpió en el periodo 2000-2004, ocho mandatos en total. En la pasada legislatura ya abandonó la portavocía peneuvista en el Parlamento, cargo que ocupó desde 1989. Estuvo en la cocina del pacto de Lizarra firmado con HB, EA e IU y dejaba fuera a los partidos constitucionalistas y fue el dirigente del PNV que más se implicó en la defensa de la iniciativa Gure Esku Dago a favor del derecho a decidir de los vascos. Todo apunta a que será relevado por la juntera guipuzcoana Arrizabalaga (Zumaia, 57 años), quien recientemente ha dejado su escaño en el Parlamento y ha coincidido plenamente con la estrategia política seguida por Egibar.En la ejecutiva vizcaína, la más sólida del partido, se espera el traspaso de Atutxa (fue elegida en 2013) a Iñigo Ansola (Markina, 1974). Este estuvo en puestos directivos del Ejecutivo de Urkullu como responsable del organismo público de la energía y después de la agencia del agua, cargo este último que ha abandonado hace pocas fechas. Ansola tiene el respaldo de Ortuzar para ponerse al mando del partido en Bizkaia. Y en Álava, Suso ya comunicó meses atrás que su etapa al frente del partido en ese territorio había llegado a su fin. El aparato del partido se inclina en este caso por entregar el testigo a Berriozabal (Durango, 1982), que fue parlamentaria durante 12 años hasta 2000 y actualmente dirige la cartera de Igualdad, Euskera y Gobernanza en la Diputación alavesa desde el año pasado.Las asambleas regionales tiene previsto concluir el proceso electoral interno a finales de noviembre. Los militantes pueden proponer nombres alternativos a los que vendrán apoyados por los respectivos aparatos. Cuando la afiliación resuelva estos procesos regionales arrancará la maquinaria para elegir los órganos nacionales del PNV. Ortuzar aseguró que ya tiene tomada una decisión sobre su continuidad, aunque no ha querido hacerla pública para no interferir precisamente en las asambleas locales.
El PNV renovará por completo sus ejecutivas territoriales y deja en el aire la continuidad de Ortuzar | España
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