El 12 de diciembre de 1531 fue la cuarta y última vez que la Virgen de Guadalupe se le apareció a Juan Diego y por lo tanto, cada año esta fecha es celebrada a lo grande con los peregrinos que viajan del interior de la República para darse cita en la Basílica de Guadalupe o con los creyentes que le organizan misas, bailes, le llevan banda e incluso ferias con las que celebran y recuerdan a la madre de Jesús. Pero en el último mes del año también se le recuerda desde los milagros y apariciones que ha tenido con el paso de las décadas; una de las más populares, al menos en la alcaldía Tlalpan de la Ciudad de México, es el día en el que La Patrona de México se apareció en una calabaza.
Este suceso ocurrió hace casi 40 años, pero para los habitantes de la colonia Isidro Fabela, la memoria sigue tan presente como el día en el que ocurrió la aparición de la Virgen de Guadalupe como muestra de un milagro que dejó sin palabras a todos los que fueron testigos, pero principalmente a la familia que vivió en carne propia este hecho que quedó para la historia. El Heraldo de México habló con Enir Reyes Hernández, la mujer que hace 36 años partió una calabaza y en su interior obtuvo una imagen que hasta la fecha guarda y celebra: en una zona completamente limpia de las pepitas y pulpa, además de resplandeciente, se veía la imagen de La Morenita de México.
Según recuerda Enir, en un principio quedó sin palabras al ver la imagen de la madre de Jesús retratada en una calabaza, pero este suceso fue el que la acercó a la iglesia y a la religión católica no sólo como una muestra de fe, sino de agradecimiento. De acuerdo con las palabras que nos confesó por llamada telefónica y notoriamente conmovida, el que la Virgen de Guadalupe se le apareciera no fue casualidad, sino que le cumplió el milagro de ser madre, un sueño que por años trató de cumplir, pero que no se convirtió en una realidad hasta después de esta aparición.
Actualmente esta aparición en una calabaza se recuerda en días como el 10 de mayo, Día de las Madres, pero también el 12 de diciembre cuando se celebra a la virgencita, cuando los habitantes de la colonia isidro Fabela se reúnen detrás de la Sala Ollín Yoliztli, donde en 1999 se levantó un mural para dejar retratado el día en el que la morenita del Tepeyac se dejó ver en una calabaza. Y hoy, en medio de las celebraciones para la iglesia católica, merece la pena recordar su historia.
Así luce el mural que se levantó para rendirle homenaje a la virgen de Guadalupe. (Foto: Aline Nicolas)
Apariciones de la virgen de Guadalupe: la vez que cumplió un milagro en Tlalpan
Las apariciones de la virgen de Guadalupe, de Dios e incluso de Santos son sucesos muy comentados dentro de la comunidad católica. En la Ciudad de México uno de los casos que más emoción causa es uno ocurrido en la colonia Isidro Fabela, en Tlalpan, donde la Guadalupana se le apareció de Enir Reyes Hernández. A sus 54 años y a casi cuatro décadas de haber sido testigo de este momento, recuerda que ella junto a sus suegros se preparaban para colocar el altar con motivo del Día de Muertos cuando le pidieron cortar la calabaza y prepararla dulce para ofrecerla a los difuntos que estaban por llegar.
De acuerdo con lo que recuerda Enir, todo esto ocurrió el 30 de octubre de 1988 entre las 10:00 y las 11:00 de la mañana, luego que sus suegros llegaron del mercado con el alimento que en el camino se les había caído y quedó con algunas cuarteaduras que ella aprovechó para meter los dedos y cortarla sin demasiado esfuerzo. Al obtener las partes, ella notó cómo se plasmó la silueta de la virgencita.
“En la parte donde estaba la imagen de la Virgen de Guadalupe no había ninguna pepita; todas las calabazas tienen pepitas, pero la parte donde estaba la imagen de la virgen no tenía. Exactamente en el lugar donde estaba ella, estaba un bulto, pero tenía unas gotitas de agua, así como cuando algo está muy tierno y en la imagen se veían perfectamente bien los rayos”, recuerda Enir Reyes.
Al recordar el milagro que ocurrió hace poco más de 36 años, Enir agrega que quedó “impactada” al no poder creer lo que sus ojos estaban viendo. “Me quedé impactada, me emocioné, pero a la misma vez no supe qué hacer”, recuerda antes de seguir con su relato, pues añade que hizo partícipe de su emoción a su suegra, quien tampoco podía creer la aparición: “en mi suegra vi la cara de la impresión”, destaca al recordar que en ese momento entendió que la aparición era real y no un sueño, algo que las hizo romper en llanto.
Aunque Enir ya no vive en México, su familia conserva la calabaza en un pequeño nicho. (Foto: Aline Nicolas)
Tras ser testigos de este hecho poco frecuente dentro de la iglesia católica, los suegros de Enir acudieron con el entonces padre de la Parroquia de Santa María de Guadalupe de la colonia Isidro Fabela, a quien también se le pidió que se le hiciera una misa a la Virgen de la calabaza, por lo que se sumó una eucaristía más a las del calendario. Cabe recordar que para los vecinos de esta zona de Tlalpan desde finales de noviembre y hasta el 12 de diciembre llevan calle por calle una figura de la madre de Jesús donde se realizan misas y los vecinos reciben a los peregrinos con atole, café, pan y otros alimentos de temporada.
La virgen maría le cumplió el sueño a una mujer de convertirse en madre
Según la iglesia católica, cuando la Virgen de Guadalupe se nos aparece es como una mensajera de Dios, pero también para hacernos reflexionar y por lo tanto, confirmar la fe que tenemos; sin embargo, los significados respecto a sus manifestaciones también son variados, ya que otros creyentes aseguran que el poderla ver es una muestra de que nos protege y nos cuida, pero también se puede ver como un símbolo de la esperanza.
Esto último, aunado a la fe y al cumplir milagros es lo que representó para la familia de la Isidro Fabela, pues según recuerda Enir Reyes, tras la aparición de la Virgen de Guadalupe en una calabaza logró su mayor sueño: el de convertirse en mamá. De madre a madre, esta representación le cumplió el anhelo de dar vida, pues tras años de no poder concebir, logró convertirse en madre de un joven que hoy tiene 19 años.
“Yo estoy eternamente agradecida con la Virgen, es algo que lo puedo gritar al viento: yo era estéril. Siempre se lo pedí a ella y me lo cumplió, siempre le pedí que me diera la dicha de ser madre. Todas las mujeres tienen hijos y ya habían pasado unos años sin poder tener un hijo. Quién más que la madre de Jesús que le pedí que intercediera por mí ante Dios para que tuviera misericordia de mí”, confesó entre lágrimas.
Enir recuerda con emoción el día en el que nació su hijo. (Foto: Cortesía Enir Reyes)
Enir recuerda que después de ver con sus propios ojos a la virgencita, tuvo un mayor acercamiento a la iglesia y hacia su fe, algo que hasta la actualidad implementa en su vida diaria. Pues a pesar de ya no vivir en México, desde Estados Unidos es catequista y no duda en recordar esta hermosa historia.
“Yo siempre veía que mis suegros le tenían una gran devoción a la Virgen, en aquel tiempo yo si te soy sincera estaba un poquito alejada de la iglesia, pero en cuanto yo me casé con mi esposo, ellos estaban muy cerca de la iglesia, siempre iban a misa, veía la reverencia que hacían cuando entraban a la iglesia, ellos hacían cosas que yo no. Poco a poco me fui enamorando, yo veía una mujer hermosa. su humildad, a pesar de que es la madre de Dios y tan grande que es, uno tan pequeño y así poco a poco me fui enamorando de ella”.
¿Dónde fue el milagro de la virgen de Guadalupe?
El milagro de la Virgen de Guadalupe ocurrió en la CDMX, para ser exactos, en la alcaldía Tlalpan luego de que una mujer de nombre Enir Reyes Hernández descubrió la figura de La Morenita de México plasmada en una calabaza; años después de este suceso, asegura que “no la ha olvidado”, y mucho menos porque ella le atribuye el hecho de haberse podido convertido en madre de un joven que el pasado mes de noviembre cumplió 19 años. Pese a que fue en el extinto Distrito Federal donde ocurrió la aparición, hoy la madre de Familia reside en Estados Unidos, desde donde se mantiene fiel a su fe y al compartir esta historia para llegar a más personas.
Enir nos cuenta que esta aparición la llevó a representaciones teatrales y que con ayuda de jóvenes hace obras que recuerdan cómo ocurrieron los hechos. Además, Reyes Hernández es catequista, coordinadora, pertenece a un grupo pastoral, da la eucaristía; mientras que su hijo es lector y antes fue monaguillo.
Recuerda que su fe y compromiso con la iglesia sigue siendo el mismo. (Foto: Cortesía Enir Reyes)
“No he salido de la iglesia y siempre he hecho obras de las apariciones de la Virgen; hago la dramatización, consigo jóvenes, adultos, todo, de todo me encargo, decoro. Creo que es algo muy emotivo, algo muy grande, el milagro tan grande que Dios me dio”.
¿Cuál es la primera aparición de la virgen maría?
Pero la aparición de la Virgen de Guadalupe en una calabaza no fue la única que sorprendió tanto a la familia, como a los propios vecinos, pues tal y como recuerda tras darle aviso a los clérigos de la Parroquia de Santa María de Guadalupe, se le realizó una misa a la virgencita en la calle Piedra Fina, precisamente donde vivía Enir. De acuerdo con lo que recuerda, ese día sucedió algo impresionante, pues el cielo se iluminó y en él se volvió a plasmar la silueta de La Morenita de México.
“En el cielo se empezaron a poner las nubes de colores, fue así como un algodón. Empezaron así como a juntarse todas las nubes, empezaron a verse de todos los colores. En la casa había un árbol muy grande y ahí llegaron muchísimos pajaritos, empezaron a cantar, al cantar tanto volteamos junto al sacerdote para ver el canto de las aves. Eso fue lo que ocurrió el día 11 de diciembre cuando se hizo la misa y todos dijeron: ‘es la imagen de la Virgen de Guadalupe'”.
Enir junto a su esposo e hijo. (Foto: Cortesía Enir Reyes)
Mural de la calabaza en Tlalpan, así recuerdan la vez que se apareció la Virgen de Guadalupe
La aparición de la Virgen de Guadalupe en una calabaza fue y es todo un suceso en Tlalpan que no sólo corre como un rumor entre vecinos y que ocurrió hace décadas, pues es uno de los momentos más recordados de la colonia Isidro Fabela. Justo detrás de la Sala Ollín Yolitztli y a unos pasos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) hay un mural dedicado a esta aparición. Por supuesto, la calabaza de gran tamaño es la protagonista junto a una escultura de la Guadalupana, aunque no es lo único a resaltar.
La obra de Mauricio Cisneros Rivera se pintó el 10 de mayo de 1999 y desde entonces está en el mismo lugar con un cercado para proteger el arte, la estatua y algunas flores allí plantadas. El muralista también se encargó de plasmar otros elementos de la colonia o cercanos a ella como son los altos edificios, la Parroquia de La Esperanza de María en la Resurrección del Señor, el trébol de Anillo Periférico Sur e Insurgentes Sur, así como las maravillosas vistas de la zona desde donde en invierno se puede ver nevados el volcán Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Aunque Enir ya estaba en Estados Unidos cundo se pintó este mural, afirma que lo ha visto en fotos y en vivo en un par de ocasiones.
Este es el mural que cuenta la aparición de la Virgen; el día de las madres y el 12 de diciembre se realizan misas en medio de la calle. (Foto: Aline Nicolas)
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