George Bernard Shaw decía que no existe tal cosa como una guerra justa. Y los centenares de muertos, los miles de heridos y la destrucción de ciudades enteras así lo demuestra, al menos en el caso del conflicto en Ucrania. Han pasado poco más de mil días desde el inicio de la ofensiva rusa sobre territorio ucraniano. Aunque desde el lado de Rusia lo justifican como una medida para evitar el avance del nazismo en esta zona del planeta, otros países lo ven como mero expansionismo. En este contexto, la joven documentalista Vasilisa Stepanenko se dio a la tarea de retomar los testimonios de personas que han vivido, en primera persona, las trágicas escenas de muerte y destrucción, concretamente en la ciudad donde se concentra su documental, ganador de un Oscar, “20 días en Mariupol”. “La película dura unos 90 minutos. Realmente intentamos mostrar las escenas más trágicas que vimos en el ejército y que documentamos, pero siempre digo que esto es solo un pequeño porcentaje de todo lo que sucedió, porque hubo muchas más personas que murieron”, señala, en entrevista exclusiva para El Heraldo de México. Una memoria simbólica Vasilisa Stepanenko tenía 22 años cuando comenzó a documentar la guerra, hace tres años. Pronto, la joven periodista descubrió que tanto las letras como las imágenes son el vehículo más importante para la conservación de la memoria. “Hubo muchas personas que perdieron a sus familias y seres queridos, que perdieron a sus hijos. Y hubo muchas otras ciudades ucranianas que quedaron totalmente destruidas y ya no existen. Y creo que nuestro documental es como el símbolo de estas ciudades, de estas personas, y es el recuerdo de las personas que fueron asesinadas. En un principio, Stepanenko encontró resistencia para dejarla cubrir la guerra. Foto: X / Vasilisa Stepanenko “Desde el principio, cuando estábamos en Mariupol, lo que hicimos fue documentarlo todo. Y en el momento en que llegamos al hospital, cuando vimos tantas pérdidas, tantos heridos, tantos muertos, fue cuando decidimos irnos. Y cuando nos fuimos, decidimos que teníamos que hacer un documental”, detalla. De acuerdo con la periodista, mucho metraje se quedó fuera del producto final, que documenta con crudeza 20 jornadas en Mariupol, una ciudad que pertenece al óblast de Donetsk y que, actualmente, ya está bajo dominio ruso. El periodismo salva vidas Una de las historias que cambió la vida de Stepanenko fue la de Tyra, una paramédico que, sin importar el origen de los heridos, los atendía sin distinción hasta que fue capturada por elementos del ejército ruso. “Cuando salimos de Mariupol, nos enteramos de la historia de la paramédica ucraniana Tyra, que fue llevada al cautiverio ruso en Mariupol. Durante mucho tiempo estuvo cautiva y no había información sobre ella. Y antes de irnos, nos dio su tarjeta SD con las imágenes del hospital en el que trabajaba. Miles de personas han perdido a familiares, amigos y sus bienes materiales. Foto: X / Vasilisa Stepanenko “Y en este vídeo vi cómo ella intentaba ayudar a todo el mundo. Ayudaba a los soldados ucranianos, a los niños, a los soldados rusos, a todo el mundo, pero estaba en cautiverio ruso. Hicimos un reportaje sobre ella cuando ya estaba en cautiverio ruso y lo publicamos”, recuerda. La joven periodista, quien actualmente forma parte del equipo de la agencia Associated Press, tuvo una revelación después de la publicación de las imágenes en su documental: el periodismo sí tiene una utilidad. Tras obtener el Oscar al Mejor documental, el trabajo de Stepanenko fue más conocido en todo el mundo. Foto: X / Vasilisa Stepanenko “Esto no debería pasarle a otras personas, a otros países, y por eso es tan importante. En el paquete de imágenes que nos dio Tyra, se podía ver cómo ayudaba a los niños, a los ucranianos, a los rusos, a todo el mundo. Lo publicamos y tuvo un impacto mundial. “Probablemente eso provocó que la liberaran dos semanas después. Cuando la liberaron, me llamó y me dijo que estaba muy agradecida por haber sacado a la luz lo que realmente estaba pasando, y que gracias a eso la liberaron. Nunca pensé que el periodismo pudiera liberar a una persona que ha sido tomada como rehén”, reflexiona. Contra la cultura De acuerdo con Stepanenko, una de las aristas que tiene el programa militar ruso sobre territorio ucraniano es borrar definitivamente las huellas culturales de esta nación, lo que explica cómo ha arrasado pueblos y ciudades. “Cuando Rusia invadió Ucrania, también quería destruir la cultura ucraniana, el idioma ucraniano, los ucranianos como identidad. Ahora luchamos no solo por la libertad y la independencia y por las tierras, sino también por la cultura. “Por ejemplo, mi ciudad natal sufrió muchos daños, siento como si me hubieran arrebatado todos mis recuerdos y los hubieran destruido. Y esto es realmente doloroso, pero es lo que nos hace más fuertes y nos permite, a nosotros y a nuestra cultura, llegar cada vez más lejos, crear más y hacer más”, concluye. Puedes ver 20 días en Mariupol en Netflix. Sigue leyendo: La impactante película de peleas que fue aclamada por Quentin Tarantino y tiene a Tom Hardy como protagonista La divertida y sangrienta película de terror que Netflix acaba de agregar a su catálogo, pronto tendrá secuela La impactante serie documental de Netflix que muestra evidencias de vida extraterrestre en Tampico
Documenta el horror de la guerra en Ucrania desde dentro
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