Con información de Ana Paula Vázquez. Instagram/@pauulaww
Dicen que una se vuelve feminista por su propia historia, misma que muchas veces se encuentra bañada por violencias estructurales que vienen desde la cuna. Y es que dentro del sistema patriarcal en el que vivimos, el nacer siendo mujer parece ser el origen de un sinfín de opresiones y la mera existencia se convierte en un acto de rebeldía por sí mismo, pero cuando se busca sobresalir en escenas dominadas por hombres, este acto se vuelve aún más poderoso.
Es así como el feminismo ha encontrado muchos caminos para llevar la lucha hasta el último rincón de la existencia y uno de los más poderosos es la música. Sin embargo, no resulta para nada sorprendente que la industria también esté construida sobre machismo y roles de género, por lo que las canciones hechas por y para mujeres resultan, en especial en géneros como el rap, donde las violencias están sumamente normalizadas.
Y entre las muchas exponentes que existen dentro del género se encuentra la inigualable Audry Funk, quien desde el primer momento en que subió al escenario, se desató un huracán de rabia, pasión y crítica social que nadie ha podido detener. Pues resulta que su rap, sin filtros y profundamente enraizado en la realidad de la mujer mexicana, se ha convertido en una de las voces más representativas del feminismo dentro de la música. Con cada letra, Audry no solo desafía los paradigmas de la industria musical, sino que también busca transformar el concepto mismo del rap y el papel de las mujeres dentro de la escena.
Rap feminista, una declaración de lucha contra el sistema
Audry Funk, nacida en Puebla y con ahora 37 años, no es sólo una rapera, sino que es también una activista, una pensadora y, sobre todo, una mujer que ha luchado por encontrar su lugar en un espacio donde la figura femenina ha sido históricamente marginada. En entrevista para El Heraldo de México, la rapera afirmó que la escena del rap mexicano se encuentra llena de machismo, homofobia y otras violencias que la atravesaron directamente cuando comenzó a incursionar en ella.
Audry ha aprendido a dialogar, a entender que no tiene que convencer a nadie de lo que es.
Fotografía: Instagram/@audryfunk
“Yo crecí en una escena del rap mexicano muy severa para nosotras, es la escena donde más insultos y más bullying he recibido en mi vida. Y en esos tiempos posicionarse políticamente sobre algo era motivo de burla […] Entonces el rap feminista nace de la necesidad de nombrarte y de enfrentar las violencias que hemos vivido”, declara Audry Funk en la entrevista.
Fue entonces cuando el rap comenzó a dejar de ser femenino para convertirse en feminista, pues en vista de la poca representación de las mujeres y la reproducción de estereotipos de género, cantantes como Audry Funk comenzaron a desafiar la escena con discursos propios que llegaron a incomodar incluso a quienes se declaraban como “abiertos de mente”.
Por ello, la rabia que caracteriza a su música no es sólo producto de un deseo de expresar su malestar con el mundo, sino de una necesidad profunda contar historias que han sido silenciadas. En sus letras, se entrelazan la lucha de género, la resistencia social, la memoria histórica y, por supuesto, una invitación a cuestionar todo lo establecido, incluyendo las violencias estructurales que atraviesan a las mujeres. Y aunque su rap feminista llegó a romper los moldes del género, también terminó por alejarla de ese nicho de artistas, pues sus pensamientos no parecen ser bien recibidos entre los exponentes máximos.
“La escena del rap yo ya no la toco, sé que no soy ni bienvenida y a veces no sé si quiero serlo […] no me dan ganas de ver a una bola de vatos que en una batalla se la pasan haciendo alusión a sus novias y a sus mamás. He elegido andar con quienes quieren andar conmigo […] el chiste es hacer algo significativo”, declara entre risas.
La comunidad, especialmente la comunidad feminista, ha sido clave en la evolución de Audry Funk.
Fotografía: Instagram/@audryfunk/@noxmaniosa
Y es que el rap en México, como en muchos otros lugares, ha sido históricamente una industria dominada por hombres, por lo que las mujeres que se atreven a irrumpir en este terreno se enfrentan a la constante batalla de demostrar que no son solo “coristas” o un “adorno” para los hombres en el escenario. Desde su inicio, Audry Funk ha desafiado esa narrativa, reflejando un posicionamiento que va más allá de la música, pues es incluso considerado como un manifiesto feminista.
Audry menciona que las primeras mujeres que se declararon feministas en el rap lo hicieron porque era una necesidad de existencia ya que no solo hacían “rap femenino”, sino que decidieron posicionarse políticamente, abriendo una brecha importante en Latinoamérica. De la misma manera, la rapera busca dejar de lado la competencia femenina en donde siempre se busca tener una “reina” que sobresalga de las demás.
“No somos las coristas de nadie, nosotras somos las ‘MC’s’ y como ‘MC’s’ debemos ser respetadas […] somos las que hacen unas letras bien chidas, las que hacen un performance chido, que tenemos ideas importantes […] Yo no quiero que nos vean como las segundas, estamos en niveles bien importantes como para seguir pensando que las mujeres merecen sólo UNA reina del rap y después las demás tienen que pelearse por migajas. Nel, todas somos chidas”, dice Audry Funk con toda seguridad.
De la rabia a la reflexión, el peso de ser mujer en un mundo de hombres
A lo largo de su carrera, Audry Funk ha evolucionado no solo como rapera, sino también como cantante ya que su música ha pasado de ser una explosión de enojo a un discurso más tranquilo, pero igualmente firme. Y es que según la rapera, la edad la ha ayudado a elegir sus batallas porque ya no se trata de convencer a los hombres de que el sistema está mal, sino de acompañar a las mujeres en sus batallas diarias.
Su visión interseccional del feminismo también se extiende a las luchas sociales, ya que Audry entiende que la lucha feminista no puede ser separada de las demás luchas que atraviesan a las mujeres.
Fotografía: Instagram/@audryfunk/@noxmaniosa
“Siento que cuando estaba más chava, cuando empecé en esto, era mucho el enojo y no conocía otro sentimiento; ahora regulándome he entendiendo que a veces con el enojo no voy a sacar nada y he aprendido a dialogar […] ya no convenzo a ‘señoros’ del Facebook, a mí ya no me importa sentarme a pelear con cualquiera”, reflexiona Audry.
Si bien, a veces resulta necesario frenar los comentarios violentos o los “chistes” machistas, la rapera sabe que gran parte de su música se encuentra conformada de balance, tanto personal como profesional, por lo que si no existe este equilibrio el arte lo verá reflejado y es posible que ella misma no se sienta conforme con los resultados.
Es así como en su evolución como artista ha encontrado un pilar fundamental además de la rabia y son las historias de las mujeres que la rodean ya que la comunidad ha sido clave en la creación de cada una de sus canciones ya que, en sus palabras, “no todo el mundo tiene que estar posicionada políticamente para ser feminista. Hay actos de la señora que vende tamales acá en la esquina que son muchísimo más políticos que cualquier morra que se diga feminista”.
Para Audry, el feminismo es un acto de comunidad y sororidad cotidiana, no un concurso de quién tiene más conocimiento teórico, pues la academia también se ha convertido en una de las instituciones a cuestionar ya que si bien, el conocimiento es de suma importancia en un movimiento tan grande como lo es el feminismo, también es necesario conocer las luchas cotidianas que tienen lugar en las calles, donde cada mujer que se levanta todos los días a enfrentar un mundo que le es hostil.
Audry ha logrado, a lo largo de su carrera, construir un camino propio, y está dispuesta a seguir luchando por un espacio más justo para las mujeres en la música y en el mundo.
Fotografía: Instagram/@audryfunk
“No hay algo más bonito que hablar con otra compa de cualquier cosa […] Y a pesar de ser artista, yo sigo siendo clase trabajadora […] cuando entré a la universidad me desencanté de la academia me di cuenta que más a cualquier libro que avale un montón de gente blanca, estudiada y con privilegios está más chido el respaldo de la personas de mi comunidad que están peleando 24/7 […]prefiero hablar de lo que sí me atraviesa”, dice la rapera.
“Upsilon Scorpii”, el disco de Audry Funk para musicalizar la resistencia femenina
Otro de los temas recurrentes en las canciones de Audry Funk es la lucha por la visibilidad de las mujeres y la defensa de los cuerpos no normativos, así como la reivindicación de la palabra “gorda” y la lucha contra una gordofobia muy normalizada. En su música, la mujer es la protagonista, no solo de su propia historia, sino también del cambio social que busca generar, por lo que Audry es claro en que su música no habla de lujos ni de cuerpos perfectos, sino de lo que realmente importa: las historias de vida, las luchas, las resistencias.
Esto se refleja claramente en su último disco titulado “Upsilon Scorpii”, que además de tener temas como “Perrísima”, “Uy, estuvo fuerte” y “Todxs lxs cuerpxs”, también cuenta con un arte gráfico muy poderoso. Cortesía de la artista gráfica Parani (@paranipani en Instagram), quien usó su estilo único para retratar a Audry como una verdadera reina escorpión.
Con cada canción, sigue llevando adelante la bandera de un feminismo radical, inclusivo y auténtico, como solo ella sabe hacerlo.
Fotografía: Instagram/@audryfunk/@paranipani
“Es la primera portada que se avienta la Parani, hace mucha gráfica, pero nunca había hecho una gráfica para un disco […] Y yo le dije: ‘quiero verme como una reina escorpiona y no te molestes en hacerme bonita y suave porque eso no soy, quiero que me reflejes como soy realmente sin que escondamos nada […] no quiero que sea nada suave porque este disco no es suave, porque yo no soy suave”, dijo Audry Funk en entrevista.
Y es que a pesar de llevar más de 30 años habitando en un cuerpo gordo, Audry afirma que aún encuentra comentarios (en su mayoría de hombres, ¡que sorpresa!) que buscan demeritar su trabajo por el tamaño de su cuerpo y parte de su proceso creativo en este disco es mostrarse tal cuál es, sin importar los comentarios despectivos, siempre entendiendo que el amor propio no puede solucionar problemáticas estructurales como la gordofobia, pero con ello es más fácil posicionarse ante las agresiones.
“Creo que es muy importante en mi proceso como artista querer dejar de esconder quién soy y que no me de pena mostrar mi cuerpo, no falta alguien que en cada video que subo o en cada post siempre alguien me dice ‘gorda’, como si yo no supiera que lo soy”, declara.
Por ello, el cuerpo, especialmente el cuerpo de las mujeres, es otro de los ejes centrales de su discurso ya que para Audry, la importancia de reivindicar la palabra “gorda” y hablar de la lucha contra la gordofobia no es solo un acto de empoderamiento, sino una manera de visibilizar una problemática que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, quienes deben justificar su existencia ante estándares de belleza imposibles de cumplir.
Las raperas que vienen detrás de Audry Funk tienen el desafío de continuar esa lucha, de seguir desafiando las convenciones y de transformar la escena del rap mexicano.
Fotografía: Instagram/@audryfunk/@noxmaniosa
Es así como en su más reciente material, la rapera se deja ver en completa autenticidad ya que si bien, a lo largo de cada una de sus producciones ha logrado mostrar una faceta muy diferente de ella, en “Upsilon Scorpii” podemos conocer a una Audry muy más feliz y libre, ya que aquí no busca convencer a nadie, sino que es más bien un grito para quienes están en medio de una lucha y se sienten perdidas.
“Este material soy yo en mi momento más libre y más feliz; me he encontrado como un artista que ya no necesita darle la cara a nadie […] soy quien soy y está bien ser quien soy. Este disco tiene mucho corazón y es lo que me gustaría que la gente entendiera, que nada se escucha igual a nada, pero también es para redescubrirme como persona”, señala la rapera.
Audry Funk es mucho más que una rapera, es una activista que ha sabido transformar el dolor en el arte, la rabia en la poesía y la lucha en música. Su camino, lleno de retos y obstáculos, ha sido una prueba constante de que la música puede ser un vehículo para el cambio social, por lo que a través de sus canciones, Audry no solo nos invita a escuchar, sino a pensar, a cuestionar y a rebelarnos.
Por ello, “Upsilon Scorpii” se encuentra lleno de mensajes feministas, reivindicación de los cuerpos diversos y una reflexión constante sobre la vida y la lucha social, una muestra de la evolución como artista y como mujer. Audry Funk ha demostrado que el arte tiene el poder de transformar, de empoderar y de, finalmente, crear una revolución. Para ella, el objetivo no es ser la salvadora de la industria, sino una chispa que enciende un fuego colectivo con el que las mujeres puedan arder sin quemarse.
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