El expresivo nombre escogido por López Obrador para su rancho revela con precisión la mentalidad del personaje, así como el sustento de su praxis política y del régimen impuesto por la 4T. Origen es destino.Desde 2018, ese concepto guió la forma obradoriana de ejercer el poder que condujo a la autocracia populista militarizada y corrupta, consolidada en 2024, a fin de prolongar su dominio durante el actual sexenio.En 2025 empezaremos a padecer las consecuencias de los desvaríos despóticos del ex mandatario derivadas de las reformas constitucionales contenidas en el Plan C, aprobadas con diligencia por la presidenta Claudia Scheinbaum, a través de la mayoría calificada obtenida de manera ilegal y operada de forma gangsteril por los tres líderes parlamentarios escogidos y controlados por el jefe máximo.Además de ese fatídico legado que marcará su mandato, la presidenta Sheinbaum habrá de enfrentar un doble acoso. Dentro del país, la presión del caudillo macuspano y su mafia, preocupados por mantener sus privilegios corruptos y, sobre todo, su impunidad. Del otro lado de la frontera, la amenaza de Donald Trump y halcones que lo acompañan.La narcorrupción impune que prevalece en México, con la complicidad de los tres niveles de gobierno y de las Fuerzas Armadas, se contrapone claramente al interés primordial del gobierno estadounidense en su relación con México.De los tres temas centrales de la agenda bilateral -migración, comercio y narcotráfico-, el prioritario será la seguridad y el combate al crimen organizado, en especial el ataque frontal contra los carteles, así como de sus protectores y cómplices, para abatir el tráfico de fentanilo y otras drogas.Los nombramientos del coronel Ronald Johnson como embajador en México y de Mike Waltz como consejero de Seguridad Nacional, no dejan lugar a dudas. Ambos han formado parte del grupo más reconocido de las fuerzas estadounidenses especializado en operaciones encubiertas, conocido como “boinas verdes”. El nombramiento de Marco Rubio como el primer Secretario de Estado de origen hispano, confirma que combatir por todos los medios el trasiego de drogas proveniente de México tendrá primacía.En consecuencia, la prioridad obligada de la estrategia de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbaum debiera ser establecer un acuerdo sólido y confiable de colaboración con el gobierno de Donald Trump en la materia, a fin enfrentar de manera conjunta el crimen organizado y el narcotráfico, así como la red de complicidades y corrupción que lo hace posible.El dueño del rancho llamado “La Chingada” debe estar inquieto porque sabe que está en la mira de las autoridades de los Estados Unidos. Como senador, Marco Rubio ha criticado abiertamente la política de “abrazos no balazos” y a López Obrador; incluso se ha referido a México como un narcoestado.La captura de Ismael ‘El Mayo’ Zambada que ocasionó el enfrentamiento entre los “Chapitos” y los “Mayitos” tiene a Culiacán y a todo Sinaloa sumidos en el terror. Es evidente la colusión entre el crimen organizado con las autoridades civiles y militares. La ominosa protección de Rubén Rocha Moya brindada por su amigo López Obrador e impuesta a su sucesora no puede continuar.La detención y juicio del gobernador de Sinaloa es impostergable.ECOS DE “LA CHINGADA”En El laberinto de la soledad, Octavio Paz hace un análisis pormenorizado y genial de la palabra “chingada”. La considera “una voz mágica” con múltiples significados ligados siempre a la idea de agresión: “desde incomodar, picar, zaherir, hasta violar, desgarrar y matar”.El vocablo tiene connotaciones diversas relacionadas con la sicología y la sociología del mexicano. En su dimensión simbólica, el término representa una lente luminosa para comprender la historia y la cultura política de la nación.Asimismo, puede revelar metafóricamente la podredumbre moral y política del ex presidente en su obsesión de prolongar su poder mediante el sometimiento coercitivo de su sucesora.“El verbo (chingar) denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar— cuerpos, almas, objetos—destruir”, escribe Paz.El caudillo macuspano se ha distinguido por la violación reiterada de la Constitución y por la destrucción de las instituciones democráticas.Asociado a la sexualidad, el término no se identifica con el acto sexual, sino con la idea de romper y de abrir en un sentido más amplio. “Se puede chingar una mujer sin poseerla.”Agrega Octavio Paz: “Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.”Es patente el placer que le produce a López Obrador vengarse de sus enemigos, así como intimidar a sus adversarios o subalternos hasta lograr la sumisión total.“El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra.”Asombra y aterra la vigencia de esa descripción aplicada a la diarquía del obradorato. No es casualidad que el jefe máximo haya escogido el concepto emblemático del machismo mexicano para denominar a su finca.“Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado”, afirma Paz. El ex mandatario lo sabe mejor que nadie y obra en consecuencia.La siguiente caracterización del autoritarismo mexicano de la primera mitad del siglo pasado se aplica perfectamente a la autocracia obradorista:“Los fuertes —los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables— se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos —especialmente entre la casta de los “políticos”, esto es, de los profesionales de los negocios públicos—es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios.” Así impone su dominio el líder de la regresión autoritaria.“Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente “lambiscones” (de lamer).” Así ha creado su propia mafia del poder el tlatoani cuatroteísta.“Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.”Tal es la esencia del humanismo mascuspano y su cambio de régimen. Quien lo dude, pregúntele a los líderes de la mayoría de Morena en el Congreso.Igualmente memorable y vigente (si bien polémica) es la interpretación de Octavio Paz sobre “el grito, que es de rigor gritar cada 15 de septiembre, aniversario de la Independencia”. ¡Viva México, hijos de la “Chingada”! En ese alarido, añade el poeta, “nos afirmamos y afirmamos a nuestra patria, frente, contra y a pesar de los demás. ¿Y quiénes son los demás? Los demás son los ‘hijos de la chingada’: los extranjeros, los malos mexicanos, nuestros enemigos, nuestros rivales”. Nuestros adversarios, diría López Obrador. ¡Aguas, Trump!Sería un mal augurio para el segundo piso de la llamada cuarta transformación seguir en la ruta que conduce al rancho del expresidente.
Acoso doble: Trump y “La Chingada” | Texto por Héctor Tajonar
Tiempo de Lectura: 4 Minutos
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